lunes, 17 de octubre de 2016

EN MI MI MI OPINIÓN: GINA MORIRÁ ENGAÑADA

Primer Acto. Núñez podrá ser muy malo para gobernar, pero en honor a la verdad, es un verdadero genio de la perversidad política, porque entre todo en la elección intermedia logró conservar la mayoría en el Congreso y alcaldías a base de un ejercicio cabrón del poder, que significó comprar a diputados, perseguir a opositores y cuando no se pudo, hacer alianzas con priistas, mintiéndoles que ellos eran sus "gallos" para que al final los dejara en la lona. Este fue el caso de Evaristo Hernández. Desde que buscaba la candidatura priista a la alcaldía, el aparato nuñista empezó a empujarlo como el "mejor" del PRI, para frenar a Adrián Hernández. A través de Gustavo Rosario, Núñez convenció a Evaristo que ante la falta de perredistas competitivos, su mejor carta era él. Evaristo, embobecido por el gober, se creyó el cuento. Y durante tooooda la campaña, no tocó a Núñez creyendo que al final, el gober operaría a su favor. ¿Y qué pasó? RAO. Madriza completa, donde Evaristo no supo ni cómo perdió ¡20! puntos de ventaja a un chamaco como Gaudiano. Ahora se queja Evaristo que Núñez esto y aquello, pero en la campaña, tooodos nos acordamos cómo lo zalamereaba hasta el cansancio. Oh, Evaristo, nunca viste cómo Núñez te envolvió y te estranguló.

Segundo Acto. Rumbo a la gubernatura, conocedor a la perfección de la subcultura del priismo que no pueden vivir sin el gobernador, ya empezó a "embobar" a Gina Trujillo. Desde hace años, Núñez le ha dicho a Nacho Cobo, a González Pedrero y a la propia Gina que no tiene candidato del PRD competitivo que lo suceda. Que al final todos los perredistas son de lo peor. No tienen conocimiento ni capacidad. Y sus delfines, Pepetoño y Gus Rosario, nomás no les dan los números. Así, señala Núñez, él se la va a jugar con el PRI pero solo si es Gina. Esto mismo lo dice en SEGOB y en el CEN, donde habla con sus cuates priistas y les repite lo mismo: él se la va a jugar con el PRI y Gina Trujillo, para que no gane AMLO, que es lo que allá en la CDMX, es el coco de todos. Obvio, los priistas crédulos le aplauden y piensan, creen pendejamente, que Núñez les dice la verdad.

Tercer Acto. Sin embargo, la realidad es que Núñez le va a aplicar a Gina la MISMA receta que le aplicó a Evaristo (y después a Liliana), o sea que va a pelear con los dientes para que ella sea la candidata, y después enfilar todos sus misiles para destruirla sin piedad. Por lo pronto, Núñez está a punto de tumbar a Jesús Alí del PRI, el candidato más competitivo, quien ya tiene prácticamente firmada su renuncia. Eliminado Chucho de la ecuación, Gina sería candidata sin problema, y creyendo que es la "delfín" del gobernador, no lo tocará en toda la campaña. Vaya, ahora Gina es una defensora más de Núñez. Pero ya ensartada, el aparato mediático estatal se encargará de hacerla papilla para que su candidato, sea Pepetoño, Gus, Gaudiano, suba a segundo lugar y compita con Adán de MORENA, que es la estrategia final. Al final, como Evaristo, Gina rumiará que la traicionaron, pero ya muy tarde: habrá sido una peón sacrificable más en el tablero perverso del gobernador.

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