Desde hoy, en una obvia y clara estrategia en redes sociales para posicionar HT y TT´s por medio de troles, bots y spam, desde la mañana las izquierdas han insistido en que la reforma de telecomm que está a punto de conocerse "censura" el Internet, como si eso fuera posible. Ante ello, van algunas reflexiones al vuelo
UNO. Nadie, pero NADIE ha podido nunca regular el Internet y menos, MENOS las redes sociales. No pudo Mubarak, Castro, Chávez, Maduro, Yabukovich, etc. En estas naciones sumidas en dictaduras terribles, el Internet y las redes sociales se han mantenido a pesar de que los gobiernos literalmente "corten" la señal. La realidad es que la globalización digital es un hecho.
DOS. En dado caso, más que temer a la censura, a lo que debe temerse es al extremo libertinaje, calumnias, difamaciones y destrucción de honras que a través del Internet y las redes sociales se hacen con gran impunidad. Si bien la reforma de telecomm pretende, y aquí la palabra clave es PRETENDE, evitar estas difamaciones, la realidad es que es tarea imposible. En otras palabras, estas difamaciones es una lacra con la que tenemos que vivir y aguantarnos los ciudadanos digitales. No todo está perdido: en redes las comunidades tienen mecanismos de autoregulación, que van marginando a estos calumniadores pros. Pero ahí está, ahí seguirán, y nadie podrá hacer nada para evitarlos.
TRES. La reforma de telecomm sí debe tocar el tema de geolocalización de móviles, antes tecnología muy limitada y ahora ya masiva. Delitos como extorsión y secuestros podrían combatirse plenamente con esta geolocalización, y yo opino que debe usarse extensamente, incluso pagando el costo que algunos gobiernos usen esta herramienta para mantener vigilados a sus adversarios políticos, lo que por cierto hacen desde hace décadas pues.
CUATRO. Sobre bloqueo de señales en determinados eventos públicos, ya también son muuuy usados los famosos "jammers" de celulares, que impiden a móviles conectarse en determinados espacios. Vaya, incluso el uso de estos "jammers" es una exigencia de hace lustros dirigidas a autoridades penitenciarias, para que reos dejen de hacer llamadas de extorsión.
CINCO. Ya encarrerados, la reforma de telecomm debería regular o aunque sea reconocer el ese sí gravísimo problema del llamado "Internet Profundo", que es la parte de la red global donde se compra y vende droga, se contratan sicarios, se comunican terroristas y pederastas, se venden órganos y niños, y en fin, se aloja lo más peligroso de la sociedad.
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