El presidente de México, Andrés Manuel López
Obrador, condenó que el Instituto Nacional Electoral (INE) diera de baja la
postulación de Raúl Morón Orozco, así como la de Félix Salgado Macedonio y
otras 39 candidaturas por Morena, de los comicios que se celebrarán el próximo
6 de julio.
Calificó el suceso como un pretexto para no ceder
el espacio porque "no les gusta" y como " un atentado a la
democracia y un juego sucio" antidemocrático:
“Yo siempre voy a defender la democracia y no voy
a aceptar que, de arriba por intereses cupulares, por intereses de mafias, por
los intereses de “la maleantada” de los malandros de cuello blanco se pisotee
la democracia”.
Señaló que, pese a que pueda ser señalado por las
autoridades electorales, él “no se va a quedar callado”, ya que fue un asunto
que también sufrió cuando “las autoridades electorales daban candidaturas a
quienes no entregaban los requisitos”, por mandato de los presidentes de la
República.
Indicó que dar de baja esas candidaturas “no es un
asunto menor”, y cuestionó a las autoridades electorales porque en su momento
callaron “en este proceso de degradación progresiva, entre otras cosas por la
falta de democracia, porque no existía un Estado de derecho”.
Acusó “se
rasgan las vestiduras hablando de legalidad y de democracia” y “señalan como un
“presidente autoritario y casi dictador, que censura y no respeta la libertad
de expresión” pero ellos son “exactamente lo opuesto; esa es otra
característica del conservadurismo: son muy hipócritas. La doctrina verdadera
del conservador es la hipocresía, les encanta tirar la piedra y esconder la
mano y callan como momias cuando les conviene y gritan como pregoneros cuando
supuestamente se ven afectados en sus intereses y en sus derechos”.
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